Sigo Preguntándome el origen de ese otro Sol, absurdamente reflejado en el agua, que apareció incompresible, como un nudo en la madera, cuando esperábamos un esquivo cometa. ¿Sólo el ojo oscuro de la noche nos observaba?
Sigo Preguntándome el origen de ese otro Sol, absurdamente reflejado en el agua, que apareció incompresible, como un nudo en la madera, cuando esperábamos un esquivo cometa. ¿Sólo el ojo oscuro de la noche nos observaba?
LA LORA
…”porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren
treinta o poco más, desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla”
Y ahí estaban, al comienzo del gran páramo castellano,
inseparables como una duda, imparables como una marea, solos en el desierto de
la multitud de las nubes…
Esculpiendo el aire con sus largos brazos, hora tras horas,
día tras días, el interminable lamento de sus zumbidos…