A una imponente altura la ola se levantó sobre su base y avanzó veloz, llevándose todas las miserias enjambradas por los humanos, en loca carrera destructiva. Como sochantre inexperto puse la mano delante de mi cara para parar aquel mar de nieve que se venía encima y, en el último instante, percibí todos los vividos colores aplastándose contra mis parpados. Una fría visión rojiza y amarga avanzó estruendosa hacia el fin. Luego la nada
ResponderEliminarComo sochantre inexperto todo aquel coro níveo se desplazó sobre ti, en forma de mar de arroz con leche, llevándote a la nada pero con un regusto meloso.
¡¡¡Impresionante estar bajo ese muro de diez metros de nieve!!! Te ha quedado un gran foto, con ese cielo de antropocirros.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·
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ResponderEliminarPorque aludes a la nada que nívea es la tarde y descansa la esperanza en la vista perpleja.
ResponderEliminarY yo me sentiría como un ápice entre tanta a la que aludes en potencia...Magnífica fotografía en acto, topográfico.
Lamiendo con cuchara acerada fue extraplomando el helado y no soportando tanto se dio por vencido.
Y cantaba jurado que así se sentía, aunque nunca fría y muy caliente.
Sal corriendo que por sal bajo ella no la agarra ni la madre que la creó.
Qué cosas.
Impresionado
Salud y Libertad.