El final lejos. La mañana, recién comenzada, iba perdiendo sudores, los pies aun frescos, las ideas claras. Algún licurgo estaba poniendo sabiamente las cosas en su sitio y ......allí estaba Ella, con su fuerza y su debilidad. No habían aparecido aún los propagadores de mentiras, los pirómanos de herejes, los mistagogos. Miré a mi compañero y salimos a toda prisa, impacientes por llegar a donde nos sabíamos esperados.
En el planalto prócer encontró a la roca de su pretérito, pudo ser falo fincado o marco aureliado y limitador; supo la astucia de su posición inherente y le dio forma brusca de religio idólatra fullera y sincrética. En ese mismo caso yo también apuraría la zancada y alejándome iría raudo donde son más amistosas las miradas.
ResponderEliminarAunque no hubieran llegado aún esos a los que mencionas, fueron inherentes a cualquier momento y como humanos saqueadores de ideas, en la idas y venidas, se impusieron con la fuerza, de la costumbre también, hasta segar las tradiciones orales que en lo llano había.
De la niebla, lo que más me gusta, es desconocer donde acaba y al verte inmerso dentro, envuelto en su capa, uno escapa de cualquier fecho incierto aunque parezca recibirnos con los brazos abiertos, en cruz. Qué cruz.
Nada como la compañía para marchar a prisa y dejar atrás su pasado, que a buen paso alejándoos disipáis cualquier duda razonable y se levanta poco a poco su mortaja blanca. Luego, supongo, el día despejado se lleva las dudas y ese pasado que con tanto gusto muestras.
Salud, Libertad e Esquilmo...por si acaso :)¨
ResponderEliminarHabéis hecho bien tu compañero y tú. De la cruz, y de la espada, nunca se ha esperado nada bueno.
Me gusta la composición de la foto. Los brazos de la cruz dividen bien la imagen y su despegue de la linea de horizonte compensa el espacióo negativo.
· Salud !!!
· CR · & · LMA ·