Con los ojos fuera de sus órbitas, no salía de su asombro. Aquél ser despreciable le había cortado su mejor brazo con aquella furiosa sierra estruendosa. Cuando, con gran ruido, cayó al estero, un lento llorar de mucho tiempo le dejo seco de lágrimas.
¡Ese loco acabará con el mundo! gritó en su silenciosa garganta.
Algunos seres, tan grandes, se sienten inútiles ante estos ataques; otros menores y de la misma especie que el más despreciable de esos, toman conciencia y se hacen astillas luchando por que sigan dando sombra...Pues a quien buena sombra cobija y te diré como sientes.
ResponderEliminarComo los ojos de un cefalópodo gigantesco que acaricia el cielo y llena sus ramas de decorativas nubes para sombrear el suelo
Qué lagrimones tienen que brotar de esos... :]´
ResponderEliminarDemasiados locos andan sueltos... intentando acabar con el mundo. Solo los gritos nos harán despertar.
Una foto genial. Has tenido un buena mirada y nada ausente.
Seguro que él también te miraba a ti, preguntándose por tu mirada.
· Saludos
· CR · & · LMA ·